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viernes, 23 de agosto de 2013

Liberación del rey de los Andes, El Condor

Hace unos días atrás los noticiarios nos sorprendían con este anuncio:






El 22 de agosto ya podemos escuchar mejores noticias sobre nuestra ave nacional, reina de los Andes, todo gracias al veterinario francés Eric Savard, quien se aprendió hasta los ruidos que hacen estas maravillosas aves, las que mantuvo durante su recuperación en una gigantesca jaula en su parcela hasta este fin de semana cuando recibió decenas de personas que querían ver a las aves.

En la plataforma 9 del casino Enjoy Santiago
fue la liberación.
Fotografía de Miguel Arenas.
Es en la plataforma 9 del casino Enjoy de Santiago donde se encontraron cerca de 300 personas a las tres de la tarde del día 21 de agosto para ver la liberación de los 18 cóndores que se intoxicaron días interiores dejando su vida en inminente riesgo. Entre discursos y aplausos entre gritos y frases que llamaban a los héroes rescatistas, pronto sale a fuerza del publico el gran veterinario que logro el "milagro", Eric Savard quien agradeció el apoyo del publico asistente y a los medios por cubrir esta noticia desde el principio hasta el final. En sus palabras dijo a los presentes "Fueron días extraños, porque de improviso me avisan de muchas aves en pésimas condiciones. La gente que rescató se porto un siete y luego se dio que justo yo tenia una jaula gigante donde acoger a los cóndores".

Fueron diez días en los que este veterinario francés, que estudio en la Universidad de Chile, trabajo sin descanso dejando su alma en las aves para su recuperación, labor que no hizo solo, ya que en esta tarea heroica trabajaron todos sus trabajadores y familia, quienes no tuvieron "pero" alguno, para estar con estas gigantescas aves carroñeras. El dice que a pesar de lo lamentable de las circunstancias fue una de las mejores experiencias de su vida, por que aprendió a conocer el leve sonido que emiten, ya que no tienen cuerdas vocales. Ver que llegaban tan decaídos y luego ya estar comiendo un kilo de carne de vacuno o de caballo por día fue una de las mejores pagas que pudo tener, al punto de emocionarse con la recuperación de estas aves que no olvidara.

Podrían comer cinco kilos de carne con facilidad, pero no quisieron regalonearlos tanto para así facilitar la necesidad de vuelo, incluso los dos últimos días no se les alimento para que su despegue fuera pronto hacia los cielos que adornan a diario.

La dedicación a la labor del veterinario no tiene nombre casi, el venia recién llegado de un viaje en el extranjero, aun no sabia bien de que se trataba, pero su profesionalismo y amor sincero por los animales le impidió negarse, dedicándose por completo a ellos, aun la tarea no acaba ya que quedan dos cóndores mas en cautiverio a la espera de que mejoren su estado de salud.

De las aves liberadas escogieron un macho y una hembra para marcarlos con un chip de rastreo y así tener un registro de su actividad, datos georreferenciales que serán de mucha utilidad para pesquisar a estas aves y sus costumbres las que comparten en una comunidad de 30 o 40 cóndores entre la región de Coquimbo y del Bio Bio.






Kta.